miércoles, 12 de enero de 2011

Nada.

Estoy en una rara mezcla de felicidad y resignación.
Increíblemente, y a pesar de mis cagadas, volvió el único hombre que me hizo feliz. No se puede explicar la sensación de paz que tengo conmigo ahora mismo. Cuando la noche comenzaba a traicionarme, mis sentidos iban lentamente jugando en contra, aparece él.
Luego de 2 años de ausencia, casi 3, sigue exactamente igual que siempre. Los últimos años me patearon demasiado, necesito verdaderamente poner un freno a todo.
Y no me sale escribir nada, estoy anestesiada, pero unas palabras se necesitan para hacer un mini descargo: Te extrañé.

1 comentario:

lau dijo...

la incomprable sensación de paz es una de las cosas mas disfrutables del mundo.

enjoy =)