domingo, 26 de diciembre de 2010

Resignación.

Lo único que remarco bueno en mi persona es que cuando quiero algo lucho por eso, pero hay cosas por las cuales ya no vale luchar, no hay esperanzas.
Un viejo amor de vuelta, un viejo que no quiero, uno nuevo que parece nunca llegar y la soledad en compañía a la esperanza que se va perdiendo.
Pueden llegar miles de consejos, miles de palabras que en mi oreja no entran, porque estoy ciega. Siento esa ceguera como la tuve hace 5 años atrás, esa ceguera que no quiero. Soy tan ingenua que me dejé llevar, demostré tanto y recibí tan poco, qué queda ahora ? Esto mismo, una gran enseñanza que es buena tenerla para seguir remandola en la vida que nos toca, porque si se habla de fiesta y remos, nací para eso.
Me dispongo a iniciar una vida como tuve hace muy poco, sin nadie alrededor y con mi bolsillo llenito, buscar un trabajo, hundirme en el estudio y perderme en la vida porteña que tan bien me sienta, aunque sea agotadora es lo que elegí, y cuando elijo algo por suerte nunca lo cambió.
Mamá siempre me remarcó que soy tan boluda, doy tanto por los demás que me olvido de mi, y no quiero olvidarme de esto que soy yo, así que en trámites bruscos me pongo en la búsqueda del ser mismo, el mío, tan chiquito y sin importancia, pero que vive perdido en mentiras sin final.
El amor hasta a la vuelta de la esquina, rotonda ? No lo creo, restan 10 años de búsqueda todavía, me voy a amargar ? Claro que no, los perros son la mejor compañía.