Que sentimiento tan genial es volver a revivir los viejos tiempos, volver a recuperar esas borracheras y sábados por la noche que parece que hace tanto tiempo pasamos.
Tomar alcohol hasta no acordarnos ni como nos llamamos, hacer dedo en la calle porque da mucha paja caminar, encima que te pidan doc en la puerta y decirle al patovica que con las caras de viejas todavía nos sigue pidiendo documento, es un halago. Manguear tragos a los chicos de la barra y a los chicos de la pista, bailar toda la noche como locas desaforadas y hacer pogo con chabones que ni conocemos. Festejar el bicentenario (?) afanando las pinturas del vip y pintando a todo el boliche jaja.
Que noche genial, y como siempre que genial es la reeconstrucción de hechos de los domingos.
Envidia de aquellos que no tienen a mis chicas jaja.
