jueves, 17 de febrero de 2011

Aceptación o rechazo.

Mientras repasaba una y otra vez los capítulos del libro, mientras veía que mi letra a medida que pasaban los resúmenes se hace más ilegible , mientras le daba un descanso a la mente y me ponía a mirar el techo y a pensar en cosas alejadas a la ciencia, todo eso pasaba y de pronto, entre tantas ideas colgadas, aterricé en una concreta. O tal vez en dos.
En primer lugar me puse a priorizar que será de mi vida, tengo ganas, muchisimas ganas, de hacerme ese viaje loco y escaparme de todo lo que hay en Buenos Aires y en Chascomús, porque salvo mi vieja y mi sobrina, todo lo demás me hace mal. Quiero volver a ese lugar donde estuve tantos findes, quiero vivir ese lugar y sentirlo propio, la quiero a ella con sus locuras para que me saque todas las sonrisas día a día, y yo intentar ayudarla desde mi pequeña fuerza que queda. Quiero no aparecer por mucho tiempo, quiero conocer gente nueva y olvidarme de la vieja pero no del todo, quiero un huesito, quiero mi trabajo y quiero una universidad que verdaderamente me guste. Quiero libertad entre otras cosas, y veo que acá no la puedo conseguir. Qué me dirás vieja? Decime que aceptas esto y juro que te hago el mejor de los monumentos. Presiento que en los próximos días voy a gastar tanta plata, esa plata que venía ahorrando hace tiempo pero que parece que se tiene que ir porque no quedan muchas posibilidades de seguir ahí cuando hay crisis.
Tengo ganas de tantas cosas, y miedo de todo, siento que en ninguno de los 3 lugares voy a triunfar y eso me hiela la sangre, me siento colgada de un hilo a punto de caer en ningún lado. Si me la puedo jugar, pero si tengo miedo todo me va a salir mal, no se que es lo que está hecho para mi, pero hace años que lo vengo esperando, necesito comodidad conmigo misma y con mi entorno, que hace años no encuentro. La última vez que fui feliz fue hace 2 años, eso me trauma verdaderamente. Poder sonreir por conveniencia es genial, pero no es saludable. Mamá ya me lo dijo: Llorá cuando sea necesario o te vas a morir del corazón. Llorar no es una opción, morir del corazón? Y bueno.. será lo que tenga que ser, tampoco lo espero ya.
Me quedo esperando, y hago referencia al otro pensamiento del cual no voy a hablar para no quedar mal, pero que desembocó en una hermosa conclusión, gracias a la vida por darme hermanos, por enseñarme a adaptarme a cualquier situación y por ser tolerante por sobre todas las cosas. Acá viene mi ego que me dice cosas que no debo.


Conclusión del post? Nuevamente entramos en un equilibrio mental. ODIO LOS EQUILIBRIOS, eso es para débiles, necesito ganancias, ni pérdidas ni ceros, GANANCIAS.
Gracias, vuelva pronto.