Suavecito.

Suavecito me pusiste todo en su lugar
Suavecito como un juego para armar
Empezaste corrigiendo males al azar
Como el barro, el alfarero, como brisa de aguacero
Conquistaste... suavecito

Colokaste besos justamente en el lugar... suavecitos
Cirugia para curar las heridas que dejo el pasado sin sanar
Y en el caos del infierno instalaste tú gobierno
Y arrazaste... suavecito

Suavecito... fuiste casi imperceptible
Sin prisas de apoquito, colocaste tú bandera inamovible
Suavecito... fuiste tan demoledora
Pasito con pasito
Tu paciencia arrolladora me salvo... suavecito

Suavecito fue ganando con saber perder
Suavecito sin afanes de imponer
Con la calma que viene del tacto de mujer
Como huella de gaviota
Como se forma una gota
Me atrapaste... suavecito

Me aceptaste como un cero izquierdo y sin valor
Me peleaste sin nada a tú favor
Con la suavidad con la que se mueve un rumor
Como el paso de un anciano con paciencia de artesano
Me salvaste... suavecito

Suavecito... fuiste casi imperceptible
Sin prisas de apoquito, colocaste tú bandera inamovible
Suavecito... fuiste tan demoledora
Pasito con pasito
Tu paciencia arrolladora conquisto... suavecito.

Ya me salvaste una vez, ahora me toca a mi. Te adoro con todo mi ser paquetito, y hoy a recordar a la genia de mi suegra con la mejor sonrisa. Acá me tendrás siempre.

No creo ser mejor, diferente nada más.

Me puedo describir a mi misma remarcando tal o cual cosa, sea buena o mala, pero por alguna razón lo principal que tengo para marcar de mi persona siempre será la homosexualidad. Es como ese tatuaje que te arrepentís de hacertelo y sin embargo va a seguir ahí siempre con vos, pero con el pequeño detalle de que yo no elegí ser gay, simplemente nací diferente, ni mejor ni peor, diferente.

Ahora bien, me planteo, y más que nada hoy, después de ver el capítulo número 20 de mi novela de turno, en donde Mariana describe a la perfección mi trauma más grande. Ser gay puede ser mucho más fácil en los tiempos que corren, a diferencia de décadas pasadas, y seguramente será mucho más fácil unos años más adelante. Ya me puedo casar, de a poco se me van reconociendo derechos, perfecto, igualmente nunca me quise casar. A lo que iba, esa sociedad que todavía se mantiene en su postura conservadora y no nos dejan ser, esa religión que nos discriminan e intentan siempre aíslarnos como a enfermos terminales. Yo no soy enferma, yo no soy un bicho, ni mucho menos tengo que dar explicaciones ni detalles de a quien me cojo. Ya se ya se, es un hecho, al fin y al cabo tampoco hago eso así que no me interesa. Lo que más jode, o nos jode hablando tal vez de esa sociedad gay, es el hecho de que no nos dejen amar, y no quiero caer en cursilerías porque no me salen esas cosas, pero el amar es un derecho que expresa libertad, yo quiero volver a enamorarme como lo hice con mi primer novia, como no lo pude hacer con ningún hombre, quiero conocer la libertad de la mano de una mujer, y acaso eso debe dar pie para mi propia discriminación?.

Muchas cosas en la vida me hicieron madurar, y un momento clave fue el día que pude hablarlo con mi mamá, y el día que tal vez mi hermano comenzó por aceptarme. Aceptar no se qué, pero aceptar al fin. Yo maduré mucho, y de golpe, pero a veces la careta hay que sacarla para limpiarla, se junta mucha mierda por cada agujerito, y se debe retirar la careta para limpiarla. En este momento mi careta está en remojo, ya no está más, no la tengo conmigo. Me siento desnuda frente a miles de personas, así y encima sin mi careta. Ahora que estoy así describo mi pena más grande, mi desilución de todos los días. Es tan difícil salir adelante todos los días sabiendo que siempre va a haber alguien que te va a discriminar por un simple detalle, es difícil ver a mi novia sabiendo que nos pueden descubrir, y cómo le expreso a ella mis traumas? No puedo traumarla a ella así que solamente finjo mi mejor sonrisa y tapo todo con un abrazo. No es fácil salir sabiendo que cualquiera me puede pedir explicaciones, pero ya me cansé de dar explicaciones, ya me cansé de responder con mentiras a la pregunta, Y el novio?, me cansé de la sociedad y de la envidia que siento todos los días. Envidio, pero de muy buena manera, a mis amigas, me encantaría expresar junto a ellas sentimientos por algún muchacho, me encantaría poder pensar a futuro en un matrimonio, en hijos, en un trabajo. Daría la vida porque mis gustos cambiaran, daría todo por volver a ver sonreir a mi vieja, daría más que todo por ser eso que llaman "normal".

La oveja negra de la familia, tal vez.. Dejé todo contacto con mis vicios para caer un poco mejor en casa, invito más comidas, mantengo ordenada mi pieza, hago los mandados, me cago de frío, me cago de calor, y todo por qué? Por volver a ver la sonrisa de mi vieja, todo lo hago por el amor que le siento, el amor de una hija a su madre, por ella. Pero por qué lo hago en realidad? Porque todos los días me hace sentir culpable, me discrimina, me hace perder el lugar que alguna vez supe ganarme, y todo por qué? Por ser gay, así de concreto.

Pero a pesar de todo esto, y de cada uno de mis pensamientos, a pesar de esos traumas y de esos miedos, puedo decir que todos los días salgo con la frente en alto, orgullosa de lo que soy y con ganas de pelearla una batalla más. Claramente me volví a poner la careta..