domingo, 24 de abril de 2011

Estelar.

Tengo ganas de hablarte, pero me da un no se qué. Facilitame las cosas, hablame vos..

Siempre se vuelve a casa.

Llego a mi casa después de una tarde de amigas y me reciben de esa manera, no se si venía embalada, no se si venía caliente, no se que me pasaba o si tuve razón.
Llego a casa y los malditos perros que salen a la calle y se revuelcan en la mugre, se pasean con todo su maldito olor por toda la casa y se centran en mi pieza, esa puta manía de querer a las mascotas como humanos, pensar en el frío que pueden pasar, y LOS PERROS VAN EN EL PATIO, NO EN CASA. Pero no.. siempre los dejaremos adentro, los dejaremos dormir con nosotros porque los queremos, y se que los quiero, se que son míos y los adoro con el alma, pero cansan y mucho. Ok, olor por todos lados, no puedo entrar a mi pieza, hay mucho olor, a donde voy? Si mi cueva no está disponible, y puteadas de mamá, reproches a mi como si yo fui a llevar a la perra a la mugre y la revolqué, o si yo fui la culpable de que la pelotuda de mi hermana y su estupido novio no sepan cerrar bien la puerta y cada vez que entran se escapan todos los perros. Siempre es mi culpa no mamá? está bien, chupame la pija vieja.
Enojada al mango.. me voy a otro lado, me siento en la otra compu, esa computadora que no es de nadie y es de todos, que cada uno tiene su computadora y esa que era de papá y usamos todos. Bieeen, me siento, Facebook divino, viene mi vieja con la perra y claro que coma ahí adelante conmigo y SU MALDITO OLOR, si si claro me lo fumo yo, me enojo y me voy al comedor, no pasan más que dos segundos y llega el inservible de mi hermano diciendome: ganó boquita y me abraza, inmediatamente lo miro con cara de orto y le digo: qué carajo me importa quién ganó? No ves que hay problemas más importantes? Me grita loca, me enojo y él se va, se va a su pieza pero se que va a volver, trato de ahorrarme otra discusión y voy a cerrar el face que dejé abierto en la otra computadora, en esa que es de todos, y en esa que ese pelotudo que tengo como hermano se adueño y creyó que es de él. Cerrando todo entra él y cierra rápido la puerta, como enojado, siguiente mi grito: ya me voy, ya me voy. Y si.. definitivamente me fui, enojada con la familia de egoístas que tengo, con esa familia que todos los días me repite que soy la más madura, no me rompan las pelotas, no me vengan a venderme un discurso para después echarme la culpa de todos sus males, por qué no se matan? Gracias.
De vuelta en el comedor, enojada y mordiendome los dientes, mamá cara de orto porque se enoja con las perras y ya que estamos se enoja conmigo, los mando a todos a la mierda, cierro la puerta de la cocina, estoy en el galpón y veo la bici, no dude ni dos segundos y salí a la calle en bici. De pronto estoy en Perón, a dos cuadras de casa y a muchas de estar lejos de casa. Opto por Costanera hasta la feria, una banducha barata tocando: "Y hoy te vas, te vas, te vas, te vas". Si, definitivamente me estaba yendo. Empecé a pedalear tan rápido y tan ciega que cuando me quise dar cuenta estaba en el cementerio, muy lejos de casa ya y de noche. Sigo camino hasta la próxima rotonda, ya no hay autos, ya no hay luces, no hay nada. Más lejos me podía ir si, pero "vamos nanda" me dije a mi misma, a donde iba a ir más lejos? Tenía una campera con capucha, una bici, y unas pastillas de miel. Me resigné y me tiré en el pasto, y miré las estrellas y lloré, y miré y lloré, dudé y lloré, y no grité porque no me dio la locura para tanto. No se cuanto tiempo estuve ahí, solamente me acordé de quien era y me di cuenta lo que estaba haciendo fue cuando me salió la tos, esa maldita que me acompaña y me hace caer de quien soy. Me senté, y me vinieron terribles ganas de largar todo a la mierda y volver a todo eso que abandoné, me dieron ganas de llamarlos y decirles que caigan con sus vinos, sus puchos y sus drogas. Me dieron ganas de caer de vuelta en todo eso, de llamarla a ella y decirle: sabes qué? Al final si quiero la merca, quiero todo, quiero volar de acá, y ella me va a llevar. Me frené y me dije que no, que ya abandoné todo eso, que no quiero más eso. Como una maricona seguí llorando y volví a casa, porque siempre se vuelve a casa, se quiera o no.
Ahora me termino de mi huevito de pascua para no seguir llorando.
Alguien quiere mi familia? la regalo con mucho gusto.