A lo que iba, o tal vez no voy un carajo, como se están muriendo los blogs. Estoy dandole mucha importancia a Twitter, descubrí que además de famosos hay grandes escritores escondidos, y con tan sólo 140 caracteres, no cualquiera.
Quería decir eso, al fin y al cabo mi blog es mi cabeza, tengo el derecho de hacerlo como el derecho a la histeria, vengo choreando mucho con eso. Voy a pensar nuevos chamuyos.
Y así dicen... miente miente y algo quedará, capítulo 23 del manual del chamuyador.