Mi base protectora de quilombos se rompe fácilmente, y dicen que el que duerme con nenes amanece mojado, no es mi caso.
P, tan bonita y chiquita criatura, dueña de toda ternura que pueda existir sobre el mundo. Dueña de una boca soñada, y ni cuento los besos que me otorga, son de esos que me llevan hasta la luna y me regresan a la tierra cuando se acaba la emoción. Entre otras cosas físicas que tiene, que no me atrevo a nombrarlas porque me hacen sentir una culpa que no entiendo.
P me tiene loca, me saca sonrisas y mi entorno lo nota. P es graciosa, es colgada, es un caballero dentro de un cuerpo de señorita. P me dice cosas lindas, me pregunta cuando nos vemos. P anda en bici rosa y se pinta las uñas. P se ata el jopo para atrás porque yo le digo que le queda más lindo. P da muy lindos abrazos y conoce muchas cosas. P no es ninguna boluda. P es caprichosa, P es esto y no es aquello, P es torta, P tiene 15 años, P me aterra.
P me cuenta de su familia, y me habla mucho los ojos verdes de su mamá que tanto extraña, yo le hablo de papá también pero sin la parte de los ojos verdes. P me habla de su familia, yo no tanto de la mía. Sacamos cuentas y sus abuelos tienen la misma edad que mis viejos, que loco es todo. P me integra en todos lados, me presenta sus amigas, me quiere llevar a su casa, P hace muchas cosas por este "nosotras" que no existe, y yo particularmente no hago nada. Entiendo algunas cosas e ignoro otras, pero me quedo calmada esperando ver hasta donde va a llegar.
Ay P, que bonita que sos, pero siempre tendré un pero para todo.
Y claramente esto.. Continuará...
